lunes, 27 de septiembre de 2010

Mamà, de mayor no quiero ser gilipollas.

Ojo, este no es un post des de los adultos para reclamar infantilidad a lo Peter Pan. Todo lo contrario.
En uno de mis muchos viajes de televisión en una publicidad de Crímenes Imperfectos, (esa serie que inspiró CSI y que es como una galleta Digestive, de entrada es malo y repetitivo, pero cuando te quieres dar cuenta ya te has comido toda la caja) me topé con un viejo conocido: La Banda del Patio.


Seguro que la conocéis, y si no os compadezco, no sabéis lo que os perdéis. Para poner a todos un poco en antecedentes hablamos de una serie en la que se trata todas las preocupaciones del mundo de un niño y lo hacen dándole la magnitud que tienen para un niño.
Ese es el problema al que se enfrentan los niños día tras día: la ignorancia y el menosprecio que la generalidad de los adultos muestran por el mundo interior de los niños.
Seguro que la expresión "Son cosas de niños" es muy familiar.
No me estoy refiriendo al bulling escolar, no hace falta esperar a llegar a cotas tan graves. Me refiero a los problemas más cotidianos.
No pongo en duda que las responsabilidades adultas (de algunos adultos) son mayores, pero la concepción de nuestros mundos no es la misma, por lo que la "tontería" de "esa niña que me gusta no me habla" o "soy un desastre con la plastelina" suenan a minucias, pero para un niño no es que sea un mundo, realmente es su mundo.
No es tratar a los niños como adultos (esto no es Texas) sino tratarlos como personas. A fin de cuentas no deja de ser saber ponerse en la piel de los demás.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Con mujeres así...

Hoy es 16 de septiembre, y no podía dejar escapar una fecha así, especialmente porque es mi cumpleaños y porque está siendo un cumpleaños muy especial.
Pero esta especialidad empezó anoche. Me gusta entrar en los primeros días de mis nuevos años (parece el título de una mala novela rosa) de la mejor forma posible para ver si los demás días acompañan al primero. Misión fallida.
Anoche las opciones no eran precisamente muchas así que decidí coger mi ordenador y darme un capricho: mini-maratón de las mujeres más graciosas de las que uno puede gozar.
Fueron unas cuantas horas, pero quería haceros partícipes de las mujeres que deberían ser patrimonio de la humanidad.

Empezamos por una de las mujeres más admiradas por un servidor: Tina Fey.


Este portento de mujer empezó sacando la cabeza en Saturday Night Live (programa mina de mujeres humoristas, como la asombrosa Kristen Wiig o Amy Poheler, con la que Tina hace un tándem mortal de necesidad). En el show nocturno de la NBC y posteriormente en su propia série, 30th Rock, Tina Fey ha demostrado su talento para la comédia y para el guión humorístico. Si no habeis visto su imitación de Sarah Palin, hacedlo.
Pero no penseis que solo tengo ojos para los yankis. Aquí en España hay 3 mujeres que me tienen robado el corazón: Eva Hache, Ana Morgade y Silvia Abril.


Eva Hache se ha descubierto como una mujer extramadamente ocurrente y graciosa y hasta la fecha la más dotada para dirigir un late-show, como demostró en Noche Hache. Toda una show-woman y de las mejores incluyendo a sus colegas masculinos.

Ana Morgade ya empezó a demostrar en Estas No Son Las Notícias junto al gran Quequé lo que sabe hacer, pero ha sido con Buenafuente donde nos enseña que sabe reírse de los demás con mala leche pero también de si misma en actuaciones que pueden desconcertar en ocasiones. Una de las mujeres más divertidas de este país con mucho.

Silvia Abril, la tercera en discordia ya nos llamó la atención en Homozapping (programa donde también encontramos a la gran Yolanda Ramos) con imitaciones buenas y graciosas de mearse (la de Cayetana Guillén Cuervo era superior). Capaz de papeles divertidos y sobrios como la protagonista de Spanish Movie i de otros tan surreales y demenciales como La Niña de Shrek. Sin palabras.

Hay pocas mujeres que hasta ahora se hayan decidido a dar el salto al humor profesional, però aquellas que lo hacen lo parten y superan a sus homólogos masculinos. Y es que una mujer puede ser muy atractiva, pero si además es graciosa se sale.

domingo, 12 de septiembre de 2010

El arte de hacer disfrutar

Esta semana ha empezado el programa El Convidat en TV3. Aquí no hablaremos de él con extensión. Eso es algo que le dejo a mi buen amigo Arnau Domínguez en su Tele Discreta, que os recomiendo encarecidamente.
Los tiros del post de esta semana van por otro lado. En los últimos años la televisión ha crecido de una forma espectacular en elaboración de programas y recursos. Ya no tenemos esas series de sobre protagonizadas por familias, blancas o negras, de risas enlatadas. Ahora tenemos grandes historias en marcos espectaculares.
Eso está muy bién. Es fantástico que el mundo de la pequeña pantalla salga de su marginación frente al cine. Pero como casi todo en esta vida, también tien
e su lado oscuro.
En este caso el lado oscuro lo ponemos nosotros. El público tiene la tendencia a presuponer que un programa con poca elaboración o poca puesta en escena ya no es bueno, y no podría ser más erroneo e injusto.
Sin ir más lejos, el ejemplo de El Convidat, donde Albert Om va a casa de gente famosa e interesante para realizar una entrevista humana e ín
tima sin más instrumentos que una cámara y el talento de entrevistador magistral del señor Om.


Y es que con talento detras y delante de las cámaras lo demás surge de forma orgánica. Es lo que le sucede a programas como Redes, del sorprendente Eduard Punset, o La Partida, un programa de verano de TV3, que para entendernos sería el juego de mesa Party&Co desplegado sobre un plató. Su mecánica es simple: 3 equipos y pruebas que van de la mímica, a la canción, el baile o el dibujo. Sin mucho más tienes un programa entretenido y rentable.
No podemos esperar que cada programa nos sobrecoja. De ser así la tele no se podría ver de tensa que sería.
Por el otro lado tenemos programa que gritan mucho y vienen a nosotros con grandes presentaciones para después descubrir-se vacíos de trabajo y talento. Sobra decir que entre estos se hallan muchos programas de la "tele-basura" que tanto daño hace al buen nombre de esas dos letras que dicen tanto en tan poco: la TV.
Y eso también se traslada a nuestra vida cotidiana. A veces una simple sonrisa hace mucho más que un día entero partiéndose el pecho, sobretodo si es la primera sonrisa tras un bache.
Todo esto se reduce a la sobada frase "las cosas no son nunca lo que parecen", y es que las frases hechas están muy oídas, pero muy poco escuchadas. Dadles una vuelta más.